SIGUE LA OLA
Escribir es irse del lenguaje.
Sentir la hondura de las palabras
no es apilar cadáveres.
Hay que irse del verbo porque el verbo es tiempo
Irse del adjetivo, engaño de la luz sobre los cuerpos
Hay que habitar el sustantivo
Sustancia en el corazón de la poesía.
La poesía detiene el tiempo.
Es vacío hondo, ilimitado
grieta en las paredes aparentes de las palabras
Donde el universo, las moléculas y el alma,
Son una sola cosa sin nombre.
En esa grieta en que el reloj se detiene
Esa grieta que lleva al nunca y al siempre
grieta más allá de la palabra grieta
el agua y el aceite
pueden amarse
La poesía es casi silencio y casi palabra.
No cuenta, no explica, no convence.
No puedes pedirle nada a la sustancia.
Tal vez nadie haya encontrado la poesía.
El poeta es en la poesía
cuando calla.
Tomar la pluma es una dolorosa partida.
Dibujar la línea de naufragio de las olas
Es dejar de mirarla.
Escribir es acogerse a otro oleaje:
El lenguaje
muerto siempre y siempre renacido.
La poesía no sirve para nada.
La poesía es todo.
Gabriela Santa
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